domingo, 8 de noviembre de 2009

Ser pesado puede matarte. (Como extinguir dinosaurios).




Cuando era niño me encantaban los libros de ciencia escritos para niños y jóvenes. Habitualmente contaban cosas que yo consideraba interesantísimas y lo hacían en un tono ameno, lleno de ilustraciones y recurriendo a ejemplos que cualquier chico podía conocer de cerca.

Recuerdo que tales libros estaban llenos de artículos como “Los diez edificios más admirables del mundo”, “Los animales más rápidos del planeta” o el repetidísimo “Los más grandes misterios de la ciencia”.

Por cierto que en aquellas épocas (Década del 70 del siglo pasado), un misterio que obsesionaba a las revistas y libros para jóvenes era el porque de la extinción de los dinosaurios. Veamos, los dinosaurios habían dominado la tierra durante cien millones de años, los había chiquitisímos y gigantescos, poblaban las aguas de los océanos, mares y ríos, se los encontraba en praderas y montañas, surcaban los cielos y su presencia sucedía en cada rincón de este planeta (Talvez inclusive en otros). Hasta hay quien ha propuesto que los había inteligentes y que algunas notables ruinas que nadie sabe quien construyó, fueron en realidad construidas por dinosaurios. (Cómo los monolitos de la polinesia y la ciudad de Tihuanaco o Tulum). Últimamente gracias a hallazgos en China se ha podido comprobar que muchos tenían plumas y algunos, pelos, por lo que la imagen del dinosaurio ha cambiado, ahora no son unos voraces y torpes reptiles sino unos ágiles pajarracos juguetones, por lo que bichos terribles como el tirano saurio se han convertido gracias a la ciencia en unos gigantescos loros histéricos.

Eso duró 100 millones de años hasta que un día por alguna razón, desaparecieron completamente del planeta dejándonos sus impresionantes esqueletos para que adornen nuestros museos y su figura aterradora para asustar a los niños que no quieren irse a dormir.

¿Así tan fácil?...un día, después de 100 millones de años de dominar el planeta, desaparecieron todos juntos de repente…y no es que hayan vuelto a su casa, a menos que hayan vuelto sin esqueletos porque bien que dejaron a estos repartidos por todo el planeta.

Si lo piensan un rato verán que no es sencillo exterminar la vida de todo un planeta…a menos que tengas las herramientas adecuadas. Una buena herramienta por ejemplo es un asteroide gigantesco que se convierta en meteoro, choque contra la tierra y deje un hoyo tan grande que ahora se lo llama Golfo de México.

Esta es la teoría que propuso un investigador de apellido latino hace ya tiempo y la que más aceptación ha tenido, al punto de que algunos creen que es una verdad.

Yo también lo creía hasta que me entere de algunas cosas que me contó un dinosaurio en sesiones espiritistas. La verdad que no me lo contó el espíritu de un dinosaurio, lo vi varias veces en Discovery Channel y es lo siguiente: aprovechando la tecnología actual, unos genios de la simulación informática crearon dinosaurios dentro de la computadora para analizar como se movían y así entender la manera en que vivían. Experiencias como esta han logrado innovar muchas maquinarias industriales y medios de trasporte como aviones y automóviles. Así que estos expertos metieron los datos de la forma de los huesos de los dinosaurios, su peso con la cantidad de carne que les correspondería, los datos de sus músculos y tendones, además de toda información que fuere de utilidad para tener dinosaurios cazando y destrozando poblados en el interior de la computadora.

Apareció un pequeño problema.

Según las simulaciones era imposible que los dinosaurios pudieran haber vivido.

El problema es que hay cientos de miles de esqueletos de ellos regados por el planeta, hay huevos de ellos y hasta dinosaurios que murieron mientras uno cazaba al otro…

…o sea que ellos vivieron pelearon por su vida, se reprodujeron y murieron. Eso fue durante 100 millones de años.

Algo esta mal.

A menos que realmente Dios haya creado el mundo y lo haya hecho con unos cuantos restos de dinosaurios escondidos por aquí y por allá en una especie de descomunal chiste divino.

¿Por qué según la computadora era imposible que los dinosaurios hayan vivido?

Sencillo: el tirano saurio jamás podría haber corrido con las patas que tenía. Con ellas apenas iba a poder arrastrarse y su cola enorme solo sería un lastre insufrible. Los brontosauros morirían automáticamente aplastados por su propio peso, lo cual ya se creía antes y por eso se invento que vivían en el agua, pero ¿Porque un animal que vive en el agua tiene patas y no aletas además de toda la pinta de vivir comiendo de los árboles (cuello largo como las jirafas). Los que peor se la verían son los dinosaurios voladores como el Terodáctilo, el cual según la computadora jamás hubiera podido volar simplemente porque era demasiado pesado para eso.

Los científicos han intentado justificar este aparente sinsentido diciendo que los tirano saurios no corrían (¿Cómo cazaban entonces?, ¿Tenían fusiles?), que los brontosauros vivían en el agua (¿Tenían yates?) y que los pterodáctilos…no volaban. (¿Para que tendrían las alas?).

Yo creo que los científicos pecan de inocentes. Es obvio que estos animales no eran tan pesados antes cómo lo serían ahora.

¿Cómo eso es posible?, ¿Por qué antes pesaban menos?.

Fácil. El peso de un cuerpo en un planeta depende de la gravedad del planeta. Si la gravedad aumenta también lo hace el peso de ese cuerpo. Si vos eras un alegre tirano saurio emplumado que saltaba feliz por las praderas destripando triceratops, cuando la gravedad aumente morirás aplastado por tu propio peso mientras tus primos pterodáctilos se caen del cielo y tus parientes brontosauros se convierten en una tortilla que adorna los pastizales.

Es evidente que si la gravedad aumenta en forma repentina, todos los animales morirán aplastados, excepto los muy livianos, como los ratones de los que descendemos casi todos los humanos menos los que seguimos siendo dinosaurios como yo y mi familia.

Genial, la gravedad aumentó. Eso explicaría porque bestias que durante millones de años volaron, corrieron y saltaron, no podrían hacerlo ahora y murieron tan bruscamente en masa. Simplemente porque de pronto se volvieron demasiado pesados para vivir.

Ahora falta explicar cómo la gravedad de un planeta puede repentinamente variar y para ello recurriré a la física, la cual nos dice que la fuerza de gravedad que genera un cuerpo, justamente por ser una fuerza, es el resultado de la velocidad a la que se acelera ese cuerpo multiplicado por la masa que este posee. En otras palabras, cuanto mayor sea la masa de algo, o la velocidad a la que se mueve, o ambos, mayor será la gravedad que ese cuerpo genera en torno así. En otras palabras, para aumentar la gravedad de nuestro planeta solo tenemos que hacerlo moverse más rápido.

¿Cómo aceleramos un planeta?

Muy fácil. El planeta gira sobre si mismo dando lugar para nosotros al día y la noche. Los estudios sobre los restos de plantas prehistóricas demuestran que los días del pasado eran más largos que los actuales y con ese dato y todo nadie se dio cuenta de que el planeta debe haberse movido más despacio por aquellos días. Lo que pasó es lo siguiente: el mega meteorito del Yucatán chocó la tierra de costado en la misma dirección que ella giraba y la hizo moverse más rápido, lo cual aumento la gravedad. Todo se volvió mas pesado incluidos los pobres dinosaurios que ya no se aguantaron a si mismos y fueron auto aplastados sin compasión, muriendo en masa sin que hubiese nadie que quite la foto.

Bueno, esta es mi teoría de porque ya no hay dinosaurios: un cometa chocó efectivamente con la tierra, hizo que esta girase más rápido y acortó los días, además de intensificar la gravedad, lo que llevó a una serie de catástrofes.
Mi profecía para el futuro es que el planeta muy lentamente se va a frenar. El planeta en si no tiene casi nada que lo frene porque flota en el espacio sin aire, pero el viento solar y las partículas del supuesto vacío tienen un poquitin de masa que provoca un casi insignificante rozamiento que a la larga le resta velocidad al planeta, así que amigos y amigas, en unos cuantos millones de años los días serán más largos, los chicos serán cada vez más altos y talvez los dinosaurios, al ver que la gravedad ya no es tanta, vuelvan a retozar por estos lados y nos reclamen el planeta que antes era suyo.

De hecho hay quienes dicen que George W. Bush y Barack Obama son en realidad reptiles y toda una subcultura de que el mundo esta siendo invadido por los reptiloides de no me acuerdo que distante estrella, así que ¿Por qué no?. ( Aquí va un sitio http://www.livevideo.com/media/tag/reptilian.aspx , también http://www.crystalinks.com/reptilians.html pero basta con que escriban en el buscador de google “George W. Bush reptilian” y tendrán un largo rato para divertirse.

martes, 13 de octubre de 2009

Por voluntad de Dios


Por voluntad de Dios y la ayuda de muchas personas, he sobrevivido a una enfermedad Terminal que según todos los pronósticos, debería haberme matado hace ya años.

Si bien no existe garantía de que esto vaya a ser algo
definitivo, creo que es indudable que estoy viviendo más de lo que se podía esperar, es indudable que sigo mejorando y que abrigo la acertada esperanza de que algo podré hacer con mi vida, por lo que tengo planes para el futuro y puedo trabajar en hacerlos realidad.

Es por eso que quiero escribir esto, porque puede que mi experiencia sirva para quienes están e
nfrentándose con la inminencia de la muerte propia o de un ser querido. La proximidad de la muerte no es algo que afecte solo a quien la padece, acarrea graves trastornos también para quienes tienen relación con quien está padeciendo ese trance.

Yo lo he vivido, y he llegado a conclusiones que no pueden dejar de ser personale
s porque cada ser humano es un mundo distinto. Las circunstancias, mentalidad y espíritu de cada persona hacen que lo que es valido para una no lo sea para otra. Los médicos, psicólogos y guías espirituales aprenden esto de su propia experiencia, lo mismo que los enfermos, accidentados y soldados.

Los estudios hechos durante la guerra de Vietnam, medio siglo atrás, demostraron que la situación en que se encontraban los soldados norteamericanos, arriesgando la vida en una situación horrorosa, peleando por una causa que no les resultaba clara, con un ambiente humano y natural sumamente hostil, produjo entre ellos una enorme cantidad de drogadictos y enajenados mentales.
Sin embargo no todos los soldados terminaron drogándose o con problemas psiquiátricos porque no todos los soldados eran iguales, ni pensaban, ni reaccionaban igual. No obstante siempre resulta interesante escuchar a quienes superaron un trance difícil, en un grado u otro.

Mi experiencia personal se vio brevemente antecedida por la de mi padre, con sucesos muy parecidos, con un final diferente debido a que él, por diversas razones, debido a esos sucesos ahora está con Dios. El dolor de ver morir a mi padre (ahora lo se) fue uno de los detonantes para que mi pr
opia salud se viera afectada, pero dejare la aclaración de ese punto para otra ocasión.

La primera conclusión a que me ha llevado mi experiencia es simplemente la confirmación de algo que todos sabemos pero que inconcientemente no terminamos de aceptar. Yo no me di cuenta de lo rotunda que es esta verdad ni de la contundencia de sus consecuencias hasta que no padecí en carne propia las miserias por las que pasé. Esta realidad es que existe una estrechísima relación entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Somos todo nosotros una sola cosa. Lo que afecte al espíritu evolucionará hasta afectar la mente y esto terminará por provocarnos efectos en el cuerpo. También funciona en el sentido inverso y en ambos en simultáneo.

Estuve años internado en un hospital para enfermos terminales. Se suponía que como mucho duraría un par de meses. El lugar era una obra de caridad cristiana mantenido con donaciones de sus fieles pero jamás me preguntaron por mis creencias religiosas. Cuando me interné allí ya venía de otros tres hospitales en los cuales me habían desahuciado y en el último llamaron a mis parientes para decirles que preparen el velorio porque yo no pasaría de la semana, eso aún cuando había dilapidado todo el dinero y las propiedades que tenía para pagar costosísimos medicamentos y tratamientos (entre ellos tres dolorosas quimioterapias). En el tiempo que estuve enfermo me fueron gradualmente abandonando parientes y amigos, sobre todo cuando se me terminó el dinero. Tuve que recurrir a pedir ayuda de las instituciones públicas pero el médico encargado de darme la autorización para recibir esta ayuda, me la negó pues tras ver mi carpeta y la descripción de mi estado, dijo que no valía la pena gastar dinero en mí y que era más convenie
nte usarlo en alguien que tuviese esperanza de salvación. Cuando el médico me dijo esto yo ya no podía caminar, no podía comer, vivía con dolores muy intensos el día completo, no podía dormir y mi única paz la traía (hasta cierto punto) la morfina. Tenía metástasis en varios órganos, estaba hecho un esqueleto maloliente y amarillo con grandes áreas de la piel cubierta por llagas abiertas que supuraban pus y sangre el día entero.

Termine por salir de todo hospital porque ya solo esperaba morir.
Curiosamente en mi casa empecé a mejorar y para cunado me dieron asilo en el hospital cristiano del que hablé, ya podía caminar de vuelta y comía razonablemente bien. Aún así los médicos no me daban ninguna esperanza porque según su experiencia los enfermos terminales mejoran súbitamente justo antes de producirse su deceso. En realidad eso era lo que yo había visto en mi padre.

Sin embargo el tiempo pasaba y yo no me moría.
Estuve años internado y conocí a muchos otros enfermos. De muchos me hice amigo, y con inmenso dolor, a la mayoría de ellos los vi morir. Pero también vi mejorar a algunos. Conocí unos cuantos que muy lentamente comenzaron a reestablecerse, inclusive casos absolutamente desesperados. Hoy día tengo la satisfacción incomparablemente enorme, probablemente la mayor de mi vida, de seguir siendo amigo de ellos y verlos vivir sanos, o casi totalmente sanos, trabajando, compartiendo con sus seres queridos y sobre todo, felices. Obviamente estar vivo es más difícil que morirse, así que estos sobrevivientes tienen problemas y sinsabores como los tiene todo el mundo, pero ellos, como yo, han aprendido que los sinsabores son parte de la vida y que la satisfacción de despertarse cada mañana para seguir peleando constituye de por si sola suficiente felicidad.

¿Por qué algunos sobrevivieron a pesar de que toda lógica decía que eso era imposible?

Para empezar yo agradezco al estamento médico. La mayor parte de los trabajadores de la salud se muestran fríos y reservados, muy cautos para emitir opiniones o lanzar conclusiones apresuradas. No obstante he podido constatar que bajo esa apariencia son seres humanos con sensibilidad que ponen verdadero empeño en mejorar el estado del paciente y sus condiciones de vida. En mi caso la gran mayoría de los médicos, enfermeras y psicólogos que me atendieron han invertido sin dudar su tiempo, energías, conocimiento y hasta dinero, en ayudarme o tratar de hacer más soportable mi condición.


Ahora voy a contar algo que no les va a caer tan bien a los médicos que me atendieron: soy un convencido de que las terapias naturales sirven. Sin entrar a detalles que no atañen a lo que quiero llegar, les diré que una buena nutrición, el ejercicio moderado cuando es posible, la desintoxicación, la higiene, los antioxidantes, la meditación, la visualización positiva, la oración y productos naturales como el aloe vera, la uña de gato, la melatonina y el ging sen, en mi han obrado maravillas. Referente a eso opinare que también estoy convencido de que los mejores métodos de curación son aquellos con que el cuerpo cuenta naturalmente y lo más sabio es ayudar al propio organismo en el empleo de los sistemas de autorreparación con que la naturaleza le ha dotado. Los mejores médicos que he encontrado no niegan esto y los milagros de sanación que he visto han sido ayudados (no reemplazados) por terapias naturales.


Lo principal que quiero decir viene ahora. La gente que he visto morir estaba indefectiblemente o muy triste o muy enojada o había perdido todo deseo de seguir peleando. Esto último era casi siempre porque se encontraba abandonada, no recibía visitas o cuando iba alguien a verlo solo era para reprocharle cosas o hacerle sentir miserable. Le hacían sentir miserable ya por antagonismo o porque le demostraban una lastima inmensa. La triste verdad es que normalmente los parientes y amigos asumen que uno se va a morir inclusive antes que uno mismo y tratan de convencerte que tu historia ya terminó y que más vale que des el paso hacia el otro mundo lo antes posible así todos pueden seguir su vida tranquilos, vida de la que tu ya no eres parte y solo representas mala sangre y terribles gastos.


Esto último suena asqueroso, pero lo he visto suceder casi indefectiblemente en las enfermedades largas y lentas como el cáncer, donde en un momento dado el paciente queda imposibilitado de valerse por si mismo y solo se convierte en una fuente de inconvenientes para quienes lo conocen. Mi experiencia personal es que cuando me enferme recién me visitaba muchísima gente a todas horas todos los días. Un año después, salvo dos personas, nadie me llamaba ni por Navidad o mi cumpleaños.
Así que tengo una recomendación para parientes y amigos del enfermo: No lo abandonen. Las visitas, la compañía, el buen humor, hablar del futuro, ser positivo y dar esperanza, todas estas cosas pueden de verdad salvar la vida. Lo he visto muchas veces, en personas incluso muy mayores y en situaciones verdaderamente espantosas. A mi particularmente me ayudó muchísimo la fe en Dios. Hace años, la primera vez que los médicos avisaron a mis parientes de mi muerte inminente, no pude hacer otra cosa que pasarme los días llorando mientras sentía como me podría vivo a un ritmo acelerado. Pero a pesar del dolor y el asco que sentía por mi mismo, no dejaba de rezar y reflexionar. Mucha gente de distintas creencias se acercaba a mi para rezar y reflexionar. Todos, más allá de sus distintas creencias, me ayudaron mucho.

Mi primera conclusión es que es fundamental creer en algo.


Mientras oraba y pensaba me di cuenta que había sido muy feliz en mi vida. No siempre ni todo el tiempo, por supuesto, pero la evaluación final arrojaba una perspectiva muy optimista. Estaba muy feliz de haber vivido, de todo lo que aprendí y de las cosas que experimenté…pero quería seguir experimentando, aprendiendo, viviendo…
Hablaba mucho con Dios y le decía que aceptaba su voluntad. Le decía a Dios que yo sabía que el era mucho más sabio que yo y que estaba convencido de que lo que el decidiese sería lo mejor para todos. Incluido yo mismo. Le decía que si él había determinado que ya era mi tiempo, así yo lo aceptaba, pero era mi deseo seguir por aquí un rato más. Y no deje de pelear porque sentía que era lo que Dios quería que hiciera.

De una manera u otra Dios me ha dejado quedarme un rato más. Yo estoy inmensa y eternamente agradecido por ello.

Entonces lo que quiero decir a enfermos, sus parientes y amigos, es que hay que mantener la esperanza, ser compasivos, positivos, tener fe, orar y mantener la alegría siempre.

Se que es muy difícil mantener la alegría cuando se esta abandonado en una cama extraña, deformado, invalido, lleno de medicamentos y pinchazos sufriendo un dolor espantoso todo el tiempo, pero hay que buscar y gozar de cada felicidad por pequeña que sea. Recuerdo como en los hospitales todo el mundo aguardaba con ansia el momento del almuerzo, o la visita de alguien, o salir al patio a tomar tereré con otros enfermos, conversar con un anciano o recibir la visita de un niño cabezudo. Cuando a uno ya le falta todo es increíble como cada sonrisa que te dan se convierte en un monumental tesoro. Jamás neguemos tesoros como ese a quienes queremos o a nosotros mismos.

Estados alterados de conciencia.

¿Sabe usted donde esta?, ¿Sabe que expresión tiene su rostro?, ¿Tiene idea de la posición de su cuerpo, de lo que esta haciendo en el lugar donde esta, porque?. ¿Sabe quien es usted?.

Saber cualquiera de estas cosas es lo que constituye la conciencia. La conciencia es una función de la mente y del espíritu que nos permite ubicar nuestra realidad: quienes somos, que hacemos, donde estamos.

Lastimosamente la conciencia no es algo definido. Diferentes personas son concientes en diferentes grados. Mucha gente no es conciente por ejemplo de lo que esta dando a entender con sus gestos o ademanes, mucha gente no tiene una idea clara de quien o que, es o que se supone que esta haciendo. Esto en idioma alemán se designa con la palabra “Allbewusstsein” que es una conciencia vaga y difusa de la realidad. Es el estado en que vivimos casi constantemente, excepto en momentos claves, por lo común durante las crisis más graves, cuando todos nuestros recuerdos y conocimientos se nos hacen presentes todos al mismo tiempo tornándonos como mágicamente consientes de todo lo que es, fue y será. Pero nuestra conciencia, lo que creemos del mundo, depende de nuestros sentidos. Por ejemplo: todo lo que nos rodea esta coloreado de varios matices de tonalidades infrarrojas y ultravioletas, son diversos colores, pero no somos concientes de ellos porque nuestros ojos no los pueden ver, lo que es ultravioleta lo vemos violeta y lo que es infrarrojo lo vemos rojo. Otros animales si pueden ver estos colores y usan esta capacidad para reconocer alimentos y enemigos. Tampoco podemos oír sonidos de muy alta frecuencia por lo que los silbatos para perros no tienen ningún sonido para nosotros, escapan a nuestra conciencia. Esto llega a extremos tan fantásticos como que los físicos hayan afirmado que el universo en realidad tiene cuatro dimensiones espaciales (alto, largo, ancho y una más) pero como no tenemos sentidos ni órganos que se extiendan en la cuarta dimensión, esta nos resulta no solo fuera de nuestra conciencia sino imposible de imaginar si no es por analogías.

Lo interesante de que nuestra conciencia dependa de los sentidos es que eso significa que se la puede perfectamente engañar. Es lo que han hecho magos y prestidigitadores desde la más remota antigüedad y hacen ahora los cineastas (entre otros).
Pero es importante notar que no se puede engañar a la conciencia solo desde afuera, sino también desde adentro. Las condiciones de nuestro cuerpo (sobre todo de nuestro cerebro) modifican la forma en que percibimos las cosas. La película “Matrix” no esta lejos de la fantasía. Como todos nuestros sentidos no hacen sino codificar señales que reciben y convertir estas señales en impulsos eléctricos, bastaría con saber que impulsos eléctricos enviar al cerebro para hacer que se vea, oiga, huela o sienta cualquier cosa que el manipulador de esas señales eléctricas desee. La realidad entera es perfectamente manipulable, porque la única realidad que tenemos es la muy íntimamente propia y esta se puede alterar con impulsos eléctricos, radiaciones electromagnéticas, drogas, hipnosis, aislamiento sensorial, trances religiosos y mensajes subliminales en los temas de Heavy Metal.

Nuestra conciencia es muy variable, en consecuencia nuestra realidad. No obstante, se habla de “estados alterados de conciencia” para aquellas situaciones caracterizadas que hacen definitivamente que la conciencia que tenemos del universo no se corresponda con la que tiene la mayoría de la gente.

Aquí nombraremos algunos de estos estados alterados: La privación sensorial, los alucinógenos, las experiencias cercanas a la muerte y las alteraciones del lóbulo temporal del cerebro. Empezaremos por hacer notar como nuestro cerebro es una extraordinaria máquina para captar información y “digerirla”. Normalmente la información que el cerebro capta es colectada a través de los sentidos. Se huele, se ve, se oye, se gusta, se siente la temperatura. No obstante, la necesidad constante por procesar información hace que el cerebro ante la falta de estímulos tradicionales busque otros. Es conocido el caso de los ciegos que desarrollan extraordinariamente el olfato y el oído. Pero, ¿Qué pasa si faltan todos los sentidos?, ¿Qué será del cerebro humano vivo pero carente de visión, de ruido, de sensación táctil, de aromas, de sabores?.

La respuesta la tuvieron quienes décadas pasadas experimentaron con las cámaras de aislamiento sensorial.
Estas cámaras estuvieron muy de moda como método de relajación y encuentro con uno mismo en los setenta del siglo pasado. Eran unas recamaras herméticas, totalmente oscuras parecidas a un ataúd. Adentro imperaba una temperatura idéntica a la corporal y estaba llena de agua salada hasta su mitad. La persona se sumergía desnuda en estas cámaras y la misma era cerrada, dejando al “paciente” sin poder ver u oír nada, sin percibir olores, sabores, temperatura o siquiera peso, pues el agua salada evitaba que la persona se hunda.

¿Qué pasaba entonces? La persona empezaba (tras varias horas de estar así aislada de todo estímuklo externo) a ver luces. Pequeñas, simples primero, y cada vez más grandes variadas y complejas. Con esto se empezaba a oir primero música simple, luego elaboradas melodías en las que podían llegar a intervenir varios instrumentos y hasta voces humanas. Lentamente, pero en todos los casos, se iban dando alucinaciones. La persona olvidaba estar encerrada y empezaba a manejarse en un mundo totalmente manejado por su información y evidentemente construido en base a sus experiencias y actitudes. Llegado cierto punto se imaginaba personajes (existentes o no) con los cuales entablaba relación, ya sea conversando o compartiendo alguna aventura. Ya en 1931 (mucho antes que se pusiera de moda) el Dr. Hughlings Jackson propuso la teoría que cuando el cerebro no encuentra información externa para procesar, se vuelca con desesperación hacia el interior, trasformando las sensaciones corporales y las emociones internas en figuras y sonidos. Cuando se estudiaron los efectos de drogas como el LSD esto pareció factible ya que usualmente quien se droga con LSD puede escuchar un sonido pero “verlo” también con los ojos, puede darle forma a los olores o sentir el peso de las cosas en la distancia. La teoría del Dr. Jackson iba aún más allá y afirmaba que esto en realidad esta sucediendo constantemente en el cerebro, que la mente siempre esta combinando al azar datos distintos para ver si así llega a nuevos descubrimientos, que en esto consiste el sueño y que estamos todo el tiempo soñando, solo que no nos damos cuenta hasta que caemos en la inconciencia o se suspende el bombardeo con información proveniente del mundo externo. (Esto fue más tarde confirmado por el psicólogo Donald Hebb quien realizó experimentos de más de 24 horas de duración con estudiantes voluntarios. La conclusión fue que efectivamente estamos constantemente soñando, aunque no lo notemos).

Otro investigador, Ronald K. Siegel, propuso un complemento a esta teoría al proponer que “Cuando la luz de afuera cesa es la luz del interior la que alumbra, permitiendo ver moverse duendes que de otra manera nunca hubiéramos notado”.
Otras consecuencias de las cámaras de aislamiento sensorial fueron descubiertas años mas tarde y publicadas por el Dr. Denise Winn en un informe titulado “The manipulated Mind”, en él se demostraba que la sugestibilidad de las personas sometidas a este aislamiento aumentaba inmensamente, sobre todo si habían pasado más de 48 horas así privadas de sensaciones externas. La explicación que se animó a imaginar el Dr. Winn, fue que normalmente la psicología pone un filtro para que la conciencia no se percate de todo lo que pasa, ni exterior ni interiormente. Al encontrarse el cerebro en una situación en la que no había ya nada que filtrar del mundo exterior pues nada provenía de él, simplemente desconecto estas vallas de seguridad para lo que viniese de afuera, por lo que para la psique así afectada cualquier “sugerencia” proveniente del exterior pasaba a ser identificada como un deseo propio y en consecuencia llevado a cabo. Esto último resulto de sumo interés para las agencias gubernamentales de inteligencia. En otro libro “Inside the black room”, el Prof. Jack Vernon hace notar otra particularidad adquirida por la gente tratada en cámaras de aislamiento: la de controlar mucho mejor sus impulsos e instintos que las personas que jamás habían tenido semejante experiencia. El Prof Vernon teorizó que al no tener más que el interior de si mismos como mundo en el cual moverse, aquellas personas habían aprendido a manejarlo con mucha más destreza que quienes tienen que repartirse entre el mundo conciente y el inconciente.

Otra forma de alterar la conciencia la constituyen las sustancias alucinógenas.
Uno de los primeros en investigar las consecuencias de ciertas drogas en la mente humana fue Ronald K. Siegel, quien llego a la simple conclusión de que el acido lisérgico, los opiodes y otras sustancias, simplemente eliminaban la entrada de información del mundo exterior, la disminuían o alteraban radicalmente, haciendo a la psique presa fácil de los ataques de su mundo subconsciente y (como hemos visto) constantemente inquieto. Un colega de él, Brian Van Der Horst vio que las alucinaciones por drogas se iban dando dentro de un patrón, a saber, primero se veían figuras geométricas que lentamente parecen vibrar y empezar a pulsar, a los minutos empiezan a aparecer remolinos, espirales y túneles que parecen querer llevar a algún lado. Los colores e hacen muy vívidos y se empiezan a mezclar entre si, siempre empiezan por el amarillo, el rojo o el naranja y luego se tornan en infinitos. Se forman imágenes que danzan en torno al paciente, las cuales súbita o paulatinamente empiezan a adquirir formas definidas y llegan inclusive a entablar relaciones de distinto tipo con el afectado. La seguridad de hallarse en túnelos o grandes habitaciones es constante llegado cierto grado de profundidad en la alucinación.

Como curiosidad diremos que esto ya esta citado en un libro taoista chino de miles de años de antigüedad, donde se aclara inclusive que las luces provenientes de seres humanos tienen brillantes reflejos mientras que las de los “seres libres del fuego” se ven huecas, dándonos la pauta de que en ese estado de conciencia se podían percibir otros seres además de los humanos. También las experiencias cercanas a la muerte (NDE, near death experiences) son un estado en que la conciencia se ve radicalmente alterada. Testimonios de miles de testigos que estuvieron al borde de la muerte o clínicamente fallecidos por unos minutos, coinciden mayormente en los siguientes puntos:

1) Ven una luz brillante.
2) Se escucha música suave.

3) Se sienten flotar.
4) Sienten que un túnel o caverna muy oscura los traga.

5) Encuentran un borde, una frontera, un portón o un límite físico de algún tipo.

6) Encuentran un “Ser de luz”.
7) Comunicación telepática con quienes le rodean.

8) La visión detallada y analizada pero a velocidad increíble, de su completa vida.
9) Sienten que están en una especie de “examen”.

10) Se le da un mensaje de contenido moral.

11) El testigo vuelve a su cuerpo.

12) Como reacciona el testigo ante su experiencia varía enormemente de persona en persona.

Muchas personas también sienten que su cuerpo se parte en pedazos, lo cual es interesante porque esta sensación también es tenida por los chamanes en sus ritos con hongos alucinógenos y por muchas personas que reportan haber sido raptadas por seres extraterrestres.

Sobre las visiones de luces, túneles y remolinos, ya el Dr. Siegel las había identificado como un resultado de una especie de “tormenta eléctrica” que sacude al cerebro humano bajo ciertas condiciones y que se ve reflejada en los sentidos. Bajo ciertas tensiones este caótico comportamiento de las corrientes eléctricas del cerebro puede conducir a que la persona vea, escuche, huela o sienta cosas diversas que si bien uniformes por los arquetipos que todos los seres humanos compartimos, variaran enormemente en sus detalles de acuerdo a las condiciones culturales del individuo.
La teoría más ortodoxa señala que ante la falta de oxígeno el cerebro experimenta una de esas tormentas, por lo que no es de extrañar que se tengan visiones si la muerte está cercana. Los escépticos en la vida en el más allá citan como prueba que los pilotos de aviones ultrasónicos a gran altura experimentan visiones idénticas en los momentos que las maniobras de su avión evitan que el oxígeno les llegue al cerebro.

Alteraciones del lóbulo temporal.


Michael Persinger es el nombre de quien desde los sesenta condujo una investigación patrocinada por la CIA para estudiar la forma de volver mas sugestionables a los seres humanos. El objetivo final era convencer al enemigo en una guerra de que huya sin presentar pelea, a fin de evitar en lo posible las muertes.
Cuando empezó la investigación ya tenía datos de otras anteriores que demostraban la extraordinaria sensibilidad del cerebro a los campos magnéticos sin que nadie concientemente lo note, excepto tal vez, porque la imaginación del afectado se ve poderosamente incrementada. Empezaron haciendo experimentos en humanos con flashes de luz y luego emisiones intermitentes de ondas electromagnéticas. Al principio no lograron que la gente sea más fácilmente sugestionable, pero si lograron conseguir que tengan mucha mayor imaginación, específicamente, toda forma de imaginación relacionada con el lóbulo temporal del cerebro, esto implicaba entre otras cosas: la sensación de flotar, el movimiento muy rápido y sensaciones visuales extraordinariamente complejas. Persinger pronto llegó a la conclusión de que las experiencias de cercanía a la muerte, tenían profunda relación con el lóbulo temporal del cerebro, pues obtuvo idénticas visiones con leves estimulaciones eléctricas sobre este sector. Estas visiones incluyeron percepción desde fuera del cuerpo, la sensación de flotar, ser atraído hacia una luz, oír música, sensaciones de profunda trascendencia y significancia.

También descubrió que había una clara relación entre el perfil psicológico de la persona y su capacidad para tener visiones. Los individuos con tendencia a la epilepsia eran quienes más fácilmente vivían este tipo de experiencia bajo los estímulos adecuados. Un factor cultural pareció ser la falta de rigidez religiosa, pues también se dio con mayor facilidad el fenómeno en quienes a pesar de tener ideas religiosas no eran ortodoxos practicantes de sus creencias.


Arnold Mandell de la Universidad de San Diego, ha localizado en el sistema límbico un área que denominó “Circuito Septohipocampico Amidgaloide” y que muestra respuestas inmediatas a la privación sensorial y a ciertas drogas (alucinógenas). Esta región en el cerebro provoca en el individuo una sensación de profundidad o un estado de terror irracional.
Lo que ha resultado evidente es la relación entre el desarrollo que alcanza el lóbulo temporal y la capacidad y gusto por la imaginación en las personas. Un estudio realizado por Persinger entre fanáticos de la Ciencia – Ficción, la fantasía y otros géneros que apelan mucho a la imaginación, demostró que sus seguidores en general tenían un desarrollo del lóbulo temporal mayor que el común de la gente. Finalmente, se determino que durante las visiones provocadas ya sea por aislamiento sensorial, drogas o exposición a electricidad o descargas electromagnéticas, el área media del cortex central emite ondas sincronas lentas denominadas “estado de descanso alfa”, que coinciden con el tipo de onda que emite el cerebro de los místicos como espiritistas en estado de trance o yoghis en sus momentos de meditación.

Para concluir mencionaremos que ha sido verificada la mayor probabilidad de registrarse fenómenos de percepción extrasensorial (Telepatía, precognición) durante los estados de conciencia alterados que hemos nombrado pero que la experiencia de prolongarse por un plazo de tiempo largo, termina dañando el cerebro de la persona (es fácil verificar eso en los drogadictos). Es que debemos considerar que si bien bajo ciertos estímulos es más que probable que la mente humana adquiera capacidades descomunales que le lleven inclusive a percibir más allá de sus sentidos, es también indudable que no fue fisiológicamente diseñado para tolerar dichos estados por periodos prolongados, siendo estos solo una excepción cuyo manejo puede hasta resultar peligroso.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

"CUIDADO CON EL PERRO. PUEDE ESTALLAR"


Introducción: Durante este año mucho se ha hablado de la “terrible” crisis económica teóricamente empezada en los E.E.U.U. por culpa de la sobre valoración inmobiliaria y cuyas consecuencias según “los expertos” sumirían al universo entero en la miseria y la oscuridad durante el siguiente millón de años.

Según estos mismos expertos, esta crisis fue la peor de la historia, aún mayor que la de 1929.

En la vida real, a pesar de las alarmas y las prevenciones tomadas por el caso, si bien fue toda una tragedia, lo fue básicamente solo para los E.E.U.U. , y si bien grave, sus consecuencias no dolieron tanto a los norteamericanos como la de 1929.

Eso no quiere decir que no haya dolido.

Por estos lados del mundo en realidad nos tuvo sin cuidado. En Paraguay seguimos empobreciéndonos a una aceleración de ritmo igual a la de siempre y nuestro futuro se ve tan negro oscuro y aburrido como antes.

Todo el mundo habló de la crisis y ha servido de magnifica excusa para prestar plata en cadena, lo que a corto plazo provocará otra crisis, pero hay que comprender que de eso se trata el negocio.

En toda la historia de la humanidad, con cada crisis ha habido algunos que se hicieron inmensamente ricos. Mayormente gente que ya era fabulosamente rica. Eso se aplica a catástrofes tan dispares como la peste negra o la segunda guerra mundial.

El punto es que todos hablaron de la crisis pero casi nadie entendió en que consistía o de que se trataba, así que yo, como soy un tipo preocupado porque los demás estén informados, copio más abajo un artículo del periodista español Toni Martínez aparecido en la revista “El país semanal” Nº 1690 del 15 de febrero del 2009.

El artículo explica con ironía y en una abierta tomadura de pelo, porque se produjo la crisis y nos da a entender porque volverá a suceder.

La entrevista pretendida se produce dentro de unos años, en un hipotético futuro post crisis.

Si alguien no lo entiende por favor no se preocupe por ello. No todo el mundo puede entender todo, todo el tiempo, con que le provoque una sonrisa ya es más que suficiente para superar la crisis.


"CUIDADO CON EL PERRO. PUEDE ESTALLAR"

Norman Fassbunder Cho
ECONOMISTA


Dicen que los animales de compañía alcanzaron en el pasado 2116 un precio "desorbitado". Dice que podemos estar ante un fenómeno que él mismo ha bautizado con la pintoresca denominación de "bur¬buja perruna" Según él, "de descomunales proporciones"

Quien sostiene esto es Norman Fassbunder Cho, economista germano-coreano, especialista en el Estudio y Análisis de la Gran Gran Crisis de 2009. Ha estado en España para impartir una conferencia titulada: "Nos va a estallar el perrazo en todos los morros y después vendrán los madres mías"

¿No es demasiado pronto para hablar de burbuja perruna?

En el mercado central de Shanghai se pagaron ayer quince millones de euros por un fox-terrier sin pedigrí. ¿Eso es un precio ajustado?

Sí lo dice el mercado...

Algunas personas acumulan hasta setecientas mascotas. Y hablo de personas corrientes, no de excéntricos millonarios argentinos. ¡Setecientas mascotas!

Ésa fue la base de la reactivación del sector de la construcción en el siglo pasado: las casetas para perro.

No me explique lo que ya sé. Será usted muy experto, pero un poquito soberbio, perdone que le diga.No le digo lo que sabe, le doy conversación.Le digo que podemos estar cayendo en el mismo error de principios del siglo pasado. Hinchamos perros.

Si usted lo dice...

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Lo que pasa con ustedes los expertos es que se especializan
tanto que sólo saben de una cosa, y el mundo entero lo leen a
través de esa cosa que saben. ¡

¿Tiene usted perro?

Claro. Treinta y ocho. Como todo él mundo. ¿Quién no tiene hoy día cuarenta perros?

A Fassbunder Cho le atormenta el recuerdo déla otra burbuja, la inmobiliaria, que nos condujo a la Gran Gran Depresión de 2008-2016 (año en el que se permitió la construcción del primer piso tras la Prohibición derivada de la Ley del Cemento Seco de 2009). Pero Cho parece olvidar que Las Nuevas Grandes Poten¬cias, China, Indopakistán y Andorra, acordaron un férreo control del sistema Financiero y Bancario y una Conjura Social General para no volver a caer en la trampa de la Enorme Burbuja Inmobi¬liaria. "Nunca más sobrevaloraremos una casa. Nunca, nunca, nunca" dijo Angie Marie Tsó-Lí, la primera presidenta china de Estados Unidos, en su célebre discurso de 2017.

¿Por qué deberíamos preocuparnos, si ahora hay un gran control del sistema financiero, tal y como pidió acerta-dísimamente el Rey de España en su discurso de Nochebuena de 2008?

Repase la historia. La Gran Gran Depresión trajo aparejada la descomposición social, una gran hostilidad, deseo de soledad y el consiguiente aprecio por las mascotas, especialmente los perros. Tras la fiebre del ladrillo comenzó "la fiebre del perro".

Será que él ser humano necesita poner su autoestima en algo.

Todo el mundo pone todo su dinero en los perros. El dinero que tienen y el que no tienen. Los bancos prestan dinero para que cualquiera pueda pagar más por un perro. Es una escalada enloquecida. Todo el mundo confía en comprar un puto chucho por quince millones y venderlo por treinta al cabo de seis meses.

No se hará usted muy popular insultando a los perros, amigo.

Fassbunder Cho se empeña en desconocer que los perros nunca bajarán de precio. Son un valor seguro. Probablemente, las palabras de este economista radical no alcanzarán un gran eco. Puede que ésta sea su última entrevista publicada. La Ley de Protección de la Economía impide que se difundan mensa¬jes alarmistas sobre una industria que mantiene millones de puestos de trabajo en todo el mundo. No se trata sólo del valor de los animales. También del empleo de quienes trabajan en la construcción de sus casetas, por no hablar de la sólida industria alimentaría perruna, la industria de correajes, las innumerables fábricas de juegos y, sobre todo, la poderosa industria de trineos sobre ruedas, donde, tras múltiples piruetas, encontraron refugio las grandes marcas automovilísticas que llegaron al colapso en 2010.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Para ilustrar lo que digo en mis dos blogs anteriores.



Como había dicho ya, lo que mas me sorprendió de las reacciones a mi pobre idea de inicio de solución para los dramas económicos del país, se refería a como la totalidad de las personas pretendió evadir que el problema existe, asumiendo que eso no es problema de ellos, que así ha sido siempre y que de todos modos nada podemos hacer nosotros por la economía (Y en consecuencia la calidad de vida de todos) porque no somos en teoria nadie. Quiero mostrar este recorte del periodico ABC del 21 de septiembre del 2009, porque demuestra que las cosas no son tan maravillosas como la mayoria de nosotros queremos creer. Repito lo que dije antes: Yo veo a la gente morirse de hambre, la veo volverse delincuente a los once años por no tener comida y educación, en invierno veo los chicos congelandose en las calles sin casa ni abrigo y veo a miles y miles morir por no tener para pagar atención médica. Eso no es el país que queremos. Ese no es el país que nadie quiere dejar a su hijo. Es momento de dejar de pensar que va a venir el Chapulin Colorado ha salvarnos y empezar a hacer algo, al menos ayudemos a aquellos que ya estan inicando alguna acción, que gracias a Dios hay quienes.

martes, 15 de septiembre de 2009

Algunas conclusiones al artículo anterior.


En el artículo anterior explique porque creía que la calidad de vida se ha ido deteriorando con los años y propuse un inicio de solución a estudiarse. Tuve algunas respuestas de las cuales se pueden quitar conclusiones que curiosamente nada tienen que ver directamente con el tema de la economía pero si con la naturaleza humana (Lo cual a breve plazo afecta también a la economía).

Primera cosa sorprendente: prácticamente nadie se atrevió a contestarme en público. Las personas que deseaban expresar alguna opinión al respecto se acercaron en su inmensa mayoría personalmente cuando no nos veía nadie. La única explicación que se me ocurre al respecto es el síndrome del “Nerd”, el cual establece que si eres un alumno del colegio y eres estudioso, eres un “nerd”, o sea, un marginado social altamente impopular. Para ser popular no se puede ser serio, ni hay que preocuparse por temas importantes, tampoco hay que hacer bien nada. Ser popular pasa la mayoría de las veces por ser vano (pero lindo).

La segunda cosa que me sorprendió se refiere a la reacción de la gente ante lo que expuse en el artículo. Estas reacciones se pueden dividir en a) “…Y a vos que te importa eso”; b) “La economía no es asunto nuestro”, c) “El dinero es asunto de otros”, d) “Lo que decís es absurdo”, “Lo que decís debe ser estudiado”.

Es sorprendente como el 100% de las reacciones son evasivas.

Pareciera que la inmensa mayoría de las personas asume que el dinero es asunto de otros y que otros deben preocuparse por el. Parece que la inmensa mayoría de las personas asume que solo debe pasar a fin de mes por la administración a cobrar su sueldo y el mundo será color rosa mientras la miel brota de las flores que crecen por los paradisíacos jardines de nuestras hermosas ciudades.

Yo vivo en un barrio pobre de una ciudad pegada a la capital, se que la situación en el resto del país es incluso peor, y lo que yo veo en mi vecindario es que la gente no tiene ni para comer.

No creo que diciendo que la economía es asunto de otros la situación vaya a mejorar.

Otra cosa que veo es gente (en grandes cantidades) que esta vendiendo sus casas, sus autos, sus muebles. Veo hijos de abogados que no pueden terminar el colegio por falta de dinero y familias que deben mudarse a vivir en piezas porque ya no pueden pagar una casa.

Así como últimamente se muere mucha gente que antes no se moría, también últimamente esta siendo pobre gente que antes no lo era. El dominio de la pobreza, incluso de la miseria, esta abarcando cada vez a más y más personas.

Y si no hacemos que ese yuyo ponzoñoso que es la miseria, pare de crecer ahora, pues terminara por ahogarnos a todos.

Y ya lo estamos viendo en el aumento desproporcionado de la delincuencia y el vicio en nuestro medio. Ya nos estamos enterando de la formación de movimientos guerrilleros y podemos ver como los paraguayos en masa buscan un lugar mejor al cual emigrar.

Recuerdo el siguiente párrafo pronunciado por alguien durante el gobierno nazi en Alemania: “Primero empezaron a perseguir a los negros y gitanos y no dije nada porque no soy negro ni gitano. Luego empezaron a perseguir a los judíos y no dije nada porque no soy judío. Luego persiguieron a los comunistas y no dije nada porque tampoco soy comunista. Así persiguieron cristianos evangelistas, socialdemócratas, intelectuales y activistas sociales…nunca dije nada porque no era mi problema…finalmente empezaron a perseguirme a mi…quise pedir ayuda pero ya no quedaba nadie que me ayude. Ya a todos se los habían llevado antes”.

Lo que quiero decir es que parece que nadie se preocupara por el tema del dinero hasta que no le afecte a el. Temo que para ese momento ya sea demasiado tarde para solucionar nada.

Quiero agradecer a varias personas que me escribieron o me hablaron del tema, sobre todo a los amigos economistas que me aclararon varios conceptos y realizaron aportes de conocimiento sumamente valiosos. Es verdad que no soy economista (ya lo he aclarado), así que el aporte de ellos sin duda ilumina mucho las cosas y lo agradezco inmensamente.


Jorge Adrián Von Jorschehagen

domingo, 23 de agosto de 2009

Como embellecer el mundo cambiando de anteojos.

Si me voy a remitir a lo que la memoria de mi vida almacena, pronto voy a llegar a la conclusión de que los paraguayos, en su mayoría, somos más pobres a medida que pasan los años.

Primero explicaré porque creo eso y luego propondré un par de soluciones.

Lo haré porque talvez nunca llegue a ser emperador del país pero mi par de ideas puede que sirvan para algo. Así que aquí estoy para contárselas.

Vamos a lo primero.

Un tiempo viví en la enorme casa de una Señora llamada Estela, sobre la Avenida Venezuela, cerca del Hospital Neuropsiquiatrico. La zona es considerada costosa. La Señora tenía ya como setenta años.

Ella había sido durante la mayor parte de su vida empleada domestica. Ya tarde en la vida puso un negocio de comidas. Aún siendo empleada, en algún momento hacía cuarenta años antes, empezó a pagar cuotas mensuales de 200 guaraníes por un terreno a 10 años de plazo. Pronto pagando otra cuota ínfima mando edificar en el y ahora posee la enorme casa sobre Venezuela y otras propiedades más.

La Señora Estela no es el único ejemplo de lo que explicaré enseguida. Mi misma abuela heredó a sus 14 hijos propiedades distribuidas entre Concepción y el Chaco Paraguayo, tierras que compró en su mayor parte en vida junto a su marido, mi difunto abuelo.

Conozco muchísima gente mayor que trabajando honestamente en Paraguay se ha hecho de propiedades y otros bienes.

¿Ejemplo de que es esta gente?

Para darnos cuenta de eso, notemos que para el común de los menores de cuarenta años en el país, comprarse un terreno o una casa es un sueño más o menos imposible.

No ganamos lo suficiente. Lo que ganamos apenas alcanza para mantenernos, y progresar se ve poco factible.

Según datos oficiales el simple movernos hasta nuestros empleos usando el trasporte público consume un 13% del salario mínimo. Llevar una dieta individual de supervivencia consume el 50% de un salario mínimo. Mantenimientos logísticos como limpieza del hogar y la persona se llevan un 20%; un alquiler muy barato se lleva otro 20% y si intentamos saber de donde sacar para pagar el agua, la luz, el teléfono, el gas y otros insumos básicos, nos damos cuenta de que un salario básico no alcanza para vivir. Si pretendemos estudiar, divertirnos, comprarnos muebles, ropa, computadoras y autos…pues estamos locos.

Por otra parte el 65% de la población carece de empleo formal y tres cuartas partes de toda ella no ganan siquiera el sueldo mínimo.

Resultados: el aumento excesivo de los índices de endeudamiento porque todo el mundo presta dinero para sobrevivir un mes más, lo que conlleva a un aumento de las tasas de interés y las exigencias en los requisitos para acceder a créditos, lo cual termina paralizando el movimiento de liquidez en el país y hace que nadie tenga plata, nadie pueda activar productivamente por carecer de fondos, abunden las casas de empeño, los locales vacíos para alquilar, los negocios cerrados y aumenten enormemente la criminalidad, los negocios fraudulentos, la prostitución, el vicio y la violencia.

La falta de dinero hace que las instituciones educativas pierdan calidad o se cierren, que la gente no quiera estudiar porque tiene hambre y si te llegas a enfermar mas vale que te encomiendes a Dios porque nadie tiene dinero para pagar tratamientos médicos.

Así nos convertimos en un país pobre, sin educación, enfermo y lleno de vicios porque la gente quiere ser feliz como pueda y tomarse una botella de caña es una forma rápida de conseguir al menos unos momentos de alegría.

¿Por qué llegamos a este punto y vamos hundiéndonos rápidamente hasta el fondo del pantano sin alcanzar a ver ni el final ni la luz de la superficie?

Algunos dirán que porque las cosas están cada vez mas caras.

...Y es inútil subir los salarios porque eso conlleva una suba de precios…que lleva a que los salarios suban. Pero los salarios se tienen que pagar con lo que se vende, así que los precios suben para que los salarios puedan costearse.

Otros más dirán: “ Pero eso pasa porque productores, comerciantes y proveedores de servicio, quieren lucrar porcentajes muy altos. Si bajan su porcentaje de rentabilidad mejorará la economía del país”.

Permítanme decirles que si eso creen están equivocados. Si empezamos a poner leyes que limiten la rentabilidad solo estaremos fomentando la corrupción y aún así llegará el día que será obligatorio por ley tener rentabilidad cero. Eso provocará que nadie tenga interés en producir ni comerciar nada, por lo que de todos modos la economía se verá detenida y todos nos hundiremos en una miseria igual o peor a la que tenemos ahora.

Lo horrible de este panorama es que no atañe solo al Paraguay sino que es mundial y propulsado por el modelo de economía de los E.E.U.U. La cual es una economía basada en una moneda de valores imaginarios y no sustentada con nada real (Como serían el oro o propiedades), haciendo que la inflación sea inevitable y los valores de las cosas sean tan irreales que cuando un banco pretende recuperar un préstamo se encuentre con que a su cliente le es imposible pagarlo y el valor otorgado al terreno que dejo en garantía resulta al menos diez veces más alto de lo que nadie esta dispuesto a dar por el. Esto es lo que causó recientemente la peor crisis financiera de la historia norteamericana: la sobre valoración inmobiliaria que motivó la irrecuperabilidad de los préstamos, los cuales eran inmensos comparados con la liquidez existente. Resultado: los sobredimensionados salarios de los norteamericanos ya no alcanzaban para pagar los exagerados precios. Aunque todos tuviesen dinero este no servía para nada.

Los E.E.U.U. llevan ya muchas décadas sosteniendo una economía de este tipo y la única forma de salvarla siempre es entrando en guerra y apropiarse de toda la fortuna del país vencido. En la práctica sucede que el mundo se les esta por terminar por lo que ellos tienen muchas ganas de que pronto entremos en contacto con alguna civilización extraterrestre a la que llevar la democracia y los derechos humanos con ayuda de tanques, aviones, y cientos de miles de aguerridos jóvenes de origen negro y latino.

Pero a los paraguayos la solución norteamericana no nos sirve porque no poseemos al ejército más poderoso del planeta. Así que, o solicitamos formalmente al Congreso Norteamericano que nos convierta en un estado federal más de la Unión o buscamos una salida a ese modelo económico delirante.

Mi solución es volver a un valor real para la moneda.

Durante casi toda la historia de la humanidad el valor real fue el oro. El oro se podía meter en un cofre y ser llevado mientras se huía de una guerra o una hambruna. El oro era algo querido en cualquier lugar del planeta.

Pero el oro hay que quitarlo de minas costosas y es un valor independiente a lo que nuestro mundo actual más aprecia (La capacidad de producción). El valor del oro también es fantasioso porque su aplicación más rentable en componentes electrónicos es fácilmente reemplazable por otros materiales más económicos y no resulta un elemento clave para mantener la vida. El valor del oro es casi una cuestión romántica. En eso el petróleo es superior porque se usa para hacer combustibles y plástico. El petróleo es básico para la vida moderna.

Pero al petróleo lo poseen solo diez o veinte familias en el mundo que nos cobran lo que se les antoja, frenan la investigación de otros recursos mejores para lo mismo y es algo que se va a terminar tarde o temprano abandonándonos con nuestro auto que no se moverá, nuestro televisor que no andará y nuestro poco plástico sobrante que automáticamente se convertirá en una joya más valiosa que el oro, aunque también más contaminante.

Bueno. Entonces. ¿Cuál es mi propuesta?.

Que la unidad monetaria sea el pasaje de ómnibus interurbano. (Micro).

O sea: que siempre, siempre, el pasaje valga un guaraní. O lo que en ese momento decidamos que sea nuestra moneda.

¿Para que esto?.

Pensémoslo un rato.

Cuando yo tenía seis años y volví al Paraguay en 1975, el pasaje de ómnibus costaba 5 guaraníes, una gaseosa grande Coca Cola costaba 60 guaraníes y una empanada 10 Gs. Mi papá se compró un auto que le costó alrededor de 90.000 Gs (Un Wolkswagen Brasilia, muy común en la época). Además se compró una maravilla tecnológica de aquellos tiempos: una calculadora de bolsillo que le salió 70.000 Gs. Como era diseñador gráfico. Compró equipo profesional por 100.000 Gs. Y con ello llenó un ropero de tres puertas adquirido especialmente para el efecto. Con esto último tuvo material para trabajar aún treinta años después, cuando falleció. Un dólar americano equivalía a 13 guaraníes.

Analicemos esto mismo en dólares. Un pasaje costaba menos de 50 Centavos de dólar, una gaseosa grande salía alrededor de 5 dólares, una empanada andaba por los 80 centavos y su auto costó a mi viejo alrededor de 8.000 dólares. La muy novedosa calculadora le costó como 4.000 dólares y su equipo profesional que le duró toda la vida tuvo un costo de más o menos 9.000 US$. El alquiler de la muy respetable casa que alquiló estaba en 1.000 dólares americanos y era una casa en la que ahora podría vivir solo si me gano la lotería.

En otras palabras, una gaseosa valía 10 pasajes. Una empanada costaba 1,3 pasajes, el auto le salió 16.000 pasajes, la calculadora 8.000 pasajes y su equipo de diseño 18.000 pasajes. La casa costaba 2.000 pasajes por mes.

¿Cómo estamos en el 2009 con esta proporción de costos?.

Pues un pasaje en ómnibus cuesta inclusive menos de 0,5 dólares, una empanada cuesta lo mismo, una gaseosa grande con mucho sale 2 dólares. Un auto equivalente en modelo actual al que mi padre tuvo sigue costando 8.000 dólares. Notablemente una calculadora de bolsillo igual se consigue por 3 dólares pero un equipo profesional como el que tuvo es tan absurdamente caro
que mejor no lo consideramos porque en estos tiempos valdrá docenas de miles de dólares, más que nada porque se trata de herramientas artesanales ya reemplazadas por computadoras. Una casa semejante a la que tuve cuando niño hace cuatro años me salía exactamente 1.000 dólares mensuales de alquiler, el precio en este año lo ignoro porque ya no tengo los ingresos que tenía antes.

Así como podemos ver, la tecnología se ha abaratado terriblemente, y también la comida. Aun con esto, la generalidad de los costos se mantiene igual.

Esto es sorprendente pero enseguida tendremos la explicación.

Ante este dato la gente intenta refutarlo diciendo que antes en una visita abrasiva al supermercado gastaba apenas un décimo de su sueldo y quedaba abastecido para el mes, cuando que actualmente, mal proveyéndose se gasta la mitad de un salario mínimo.

¿Por qué el dinero ya no alcanza para nada?

Fácil respuesta: la inflación. Ganamos mucho menos que antes. Lo que quiero decir es que si en lugar de ganar cantidades fantasiosas basadas en la especulación comercial y en el tira y afloje de los protagonistas económicos, se nos pagase en un valor real, no estaríamos dependiendo de las ambiciones de los mencionados protagonistas y la nombrada especulación no tendría mucho espacio para desarrollarse porque el valor real de las cosas sería evidente para todos. Si yo fuese conciente que una empanada vale lo mismo que un pasaje me negaría a pagar de más por ella y nadie podría por mucho tiempo vender empanadas a tres pasajes.

Notemos que este análisis realizado de la comparación de costos de treinta años atrás con ahora, esta basado en dólares americanos, si lo calculamos en Euros o en guaraníes la cosa cambia. Lo cual demuestra que a la hora de la verdad la economía de nuestro país no esta regulada por su propia moneda: el guaraní, sino por una moneda extranjera arbitraria como el dólar americano.

En otras palabras, a pesar de las apariencias, nuestra verdadera moneda es el dólar americano.

Eso es una lástima porque se trata de una moneda inestable cuyo único valor cercano a la realidad esta dado en base a los fondos aportados por grandes compañías para realizar trabajos de prospección de petróleo, lo cual es un negocio que consiste en pedir prestados fondos para buscar petróleo
con la promesa de que serán devueltos con altísimos intereses cuando el petróleo sea encontrado. Como en realidad el petróleo en nuestro planeta se esta acabando, el gobierno norteamericano se ha convertido en el ente más endeudado del mundo y se ve obligado a provocar una guerra cada cierto tiempo, preferentemente contra países que posean petróleo, para así apropiarse de el.

Es interesante también considerar que en los E.E.U.U. no se ha conservado la proporción en costos que tenemos nosotros. Para ellos casi todo es proporcionalmente mucho más caro, pero el nivel de vida en Norteamérica es más alto que el nuestro porque allá los salarios si han subido (aunque no tanto como los costos) haciendo que cosas como comer, movilizarse, vestirse o divertirse, sean
muy fáciles, pero otras como acceder a educación o cuidar la salud sean extraordinariamente difíciles. En E.E.U.U. lo más caro que hay después de educarse o curarse de alguna dolencia, es tener donde vivir. Los precios de los alquileres llevan la mayor parte de los ingresos de las personas y comprarse una propiedad inmobiliaria esta reservado para muy pocos afortunados.

Volviendo a mi propuesta de que el pasaje de ómnibus interurbano sea la unidad monetaria:

Si hacemos lo que propongo tendremos una moneda basada en un valor real que la gente necesita y tendríamos claras las proporciones de valor entre las cosas. Siempre pasará que una camisa de marca X sea más o menos estimada según la moda y esto incida en el precio, pero, las cosas básicas, como
la comida, se estiman siempre igual, así que los valores se mantendrán sin la ilusión aportada por los precios aleatorios que tienen las cosas ahora y que dependen de los antojos de productores e intermediarios. Un ejemplo patente de esto último lo tenemos patente en la cruda realidad de que la leche o la carne producidas en el país son absurdamente caras, cuando que se venden ellas mismas a precios mucho mas bajos en el extranjero haciendo que los carniceros paraguayos se provean de carne paraguaya comprada en la ciudad argentina de Clorinda, la que traen de contrabando y pueden vender a un precio razonable.

Mi propuesta de basar la moneda en el pasaje de ómnibus permitirá eliminar la inflación y garantizar que se evitará la devaluación de la moneda.

Piensen en esto. No soy economista así que puedo estar hablando pavadas, pero le pido a quien realmente entienda del tema que piense en mi propuesta y me la rebata por favor. Si nadie me la puede rebatir le pido al Gobierno, actual o futuro de nuestro país, que estudie seriamente la posibilidad que propongo.

Tengo otras propuestas pero empecemos con esta, si a alguien le parece interesante veremos las otras.

Por favor déjenme sus comentarios positivos o negativos al mail
jorgeadrianvj@gmail.com o en el espacio habilitado abajo.

Muchas gracias por su atención y pasen ustedes un tiempo excelente lleno de éxitos y felicidad.


Jorge Adrián Von Jorschehagen